"No quiero que la FM desaparezca, pero está pasando": Juan Carlos Garay

En el marco del Festival Internacional de Música de Cartagena, el periodista Juan Carlos Garay conversó con tres programadores de radio sobre la música clásica, la pedagogía, la responsabilidad y el futuro del género.

En un escenario decorado con un cartel que declaraba “Imaginar con la música el futuro: promoción cultural y transformación social” se reunieron María Estela Fernández de la emisora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá (HJUT), Fabián Cardoso de la emisora de la Universidad de Cartagena y Laura Galindo de Señal clásica, una emisora completamente en internet de la Radio Nacional de Colombia, para participar en una charla moderada por el periodista Juan Carlos Garay para discutir su papel como programadores. El evento, del 10 de enero, se celebró en la Universidad de Cartagena, dentro del ciclo de conversaciones musicales del Festival Internacional de Música de Cartagena de este año.

Antes de iniciar la conversación, Garay leyó la primera estrofa de Ondas de radio, un melancólico poema de Raymond Carver sobre el simple placer de oír una emisora. Luego preguntó si, como él, los otros habían empezado a amar la radio como oyentes. Fernández empezó leyendo pautas para una emisora en Bucaramanga a los catorce años. Cardoso le dio crédito a la radio cartagenera por darle una afinidad a la música clásica que lo impulsó a entrar a trabajar en el ámbito. Y Galindo explicó que cuando era niña, durante la crisis energética de 1992, la ponían a oír los cuentos de Colorín colorradio. Fue la que más se demoró en entrar al mundo de la radio profesional, hizo primero una maestría en piano, hasta que Señal clásica le permitió unir sus dos pasiones.

Garay entonces entró al tema principal de la conversación: la relación entre la música académica (generalmente tildada de clásica) y la radio, incluso de dial o de internet. Había estimado con los invitados el porcentaje de tiempo que sus emisoras respectivas le dedicaban a la música "clásica": la UDC un 10%, HJUT un 90% y Señal clásica un 100% que ha tratado de darle cabida a estilos como el jazz y bossa nova. Con esa información, les preguntó: "Ustedes son medios masivos pero la música clásica no es muy masiva. ¿Es posible popularizarla o es una quijotada?"

Fernández ve una quijotada, explicando que lleva años de lucha por publicidad, cobertura, recursos y pauta, para la inmensa minoría. "Soy escéptica. Nunca será masiva pero sí se puede formar públicos y desarrollar y crear audiencias", dijo. "Es una gran responsabilidad la que tenemos de promover cultura y popularizar música clásica", dijo a su vez Cardoso. La gran mayoría de las emisoras son comerciales y él representa solo 10% del radio en Cartagena, por lo cual se han expandido por web, pensando en llegar a más audiencias. Señala que han tratado de crear espacios de formación, como el festival.

Galindo, por su parte, se acercó de una manera distinta al tema. "Tenemos que hacer clic en cómo la narramos", dijo haciendo referencia a que a menudo se habla del tema en un lenguaje difícil o poco accesible. Ella piensa la programación para que la radio se pueda oír “como compañía”, es decir que acompañe las actividades cotidianas, ya que muy pocos oyen radio sin hacer otra actividad al tiempo. “Toca bajarla del pedestal y aterrizarla en la cotidianidad”.

Los tres aludieron a pensar sus programas en relación con la formación de públicos, por lo cuál Garay preguntó cómo hacían esa pedagogía.

"De eso depende la conquista del público", respondió Fernández. Cuando la gente está dispuesta a aprender los espacios didácticos y una explicación del compositor enriquecen la música y el entendimiento. “La radio tiene ese poder y responsabilidad social de educar sin ser cátedra escolar", continuó, explicando que, por ejemplo, hablar de la estructura de cuarteto, permite conectar a Haydn con la música actual y hablar de contrastes y cambios con la misma música. “Todo se logra con entrenamiento".

Cardoso también dijo que la misión de la UDC es formar públicos, una tarea dura y larga. Hacen siempre un esfuerzo por explicar, así la música sea champeta, por qué el contexto siempre tiene un efecto. "Toda la música es cultural, hasta la comercial, porque es algo que identifica la cultura". También expresó que la UDC ha tratado de llevar su programa a barrios populares para formar niños y romper con la idea de que la clásica es música elitista. Para Cardoso, sí es posible popularizarla.

"La responsabilidad está en cómo la contamos", dijo Galindo, repitiendo que es necesario bajarla del pedestal para incluirla en el día a día. Trabajar directamente para una plataforma en internet le permite expresar las ideas de otras formas: desde las redes sociales, con memes, para dummies, para académicos. Cuenta que una vez un colega anunció que iba a narrar una crónica roja que resultó ser la ópera Elektra. "No se trata de irrespetar a los compositores sino de humanizarlos".

Fernández replicó que le causaba inquietud la idea. "Es música que tiene una estructura intelectual pero no hay que temerle". Señaló que no se podían olvidar elementos como la estructura matemática de las piezas. "No es banalizar o restarle el valor o dejar de contar eso", respondió Galindo. No buscaba dejar atrás los elementos objetivos de la música (notas, ritmo, tempo, etc) ni los elementos evocativos que varían de persona a persona (opinión personal, primeras impresiones, memorias, etc). "Cabemos todos", dijo, presagiando la conclusión de la charla sin saberlo.

Retomando la idea, Garay quiso hablar de la cuestión de la edad de los oyentes. Citó al periodista Alex Ross, quien señaló que los integrantes de la Filarmónica de Berlín eran menores que los integrantes de los Rolling Stones, es decir que a la gente joven sí le gusta la música clásica, aunque ya no oigan radio de dial. ¿Cómo están lidiando con eso las emisoras de los invitados?

"Tenemos una responsabilidad de ampliarnos para llegar a audiencias con medios digitales", dijo Fernández. Explicó que así les llegan a oyentes de todo el mundo, y que no considera la radio digital una competencia sino un nuevo espacio para trabajar.

"No quiero que la FM desaparezca, pero está pasando", dijo Cardoso, señalando como ejemplo que en Noruega todos los canales oficiales han pasado a ser de streaming. Dijo que es necesario estar en internet porque la gente tiene siempre el celular y muchos trabajan con computador, pero lamenta que se pierde la inmediatez que para él es la esencia de la radio.

Cuando terminó de decirlo, Galindo recibió una pregunta distinta: ¿Lo que ella hace sí es radio?

“Si, porque radio no es estar en el dial, es contar en un lenguaje de escucha”, respondió. Para ella el futuro es digital, pero advierte que siguen en el camino. Todavía falta mucho en el proceso y eso es verdad en todo el mundo. Señala que en Colombia a muchos les falta acceso a internet, o es insuficiente.

Sin más, se dirigieron al público para oír sus preguntas. A grandes rasgos se concluyó que toda la música es música (así sea reggaetón), que la música siempre se crea y se oye en un contexto social del que no se puede separar, y que falta llegar a muchos lugares del país, pero que el trabajo se está haciendo.