Carlos Arturo Ramírez Vásquez es oriundo de la ciudad de Popayán y egresado de la Universidad del Cauca del programa de Derecho en el año 1994. Él manifiesta que eligió este programa de pregrado al sentirse impulsado por continuar con el legado de su familia, considerando que su abuelo y bisabuelo, también son abogados de la Universidad del Cauca. Respecto a lo anterior Carlos agrega que: “Esa fue la razón fundamentalmente, haber crecido en todo este mundo del derecho y eso es lo que me ha permitido llevar esta vocación desde antes”.

De su paso por Unicauca, manifiesta que la Universidad es una institución diversa en pensamiento, orientaciones y formación; lo que en ese orden de ideas a Carlos le permitió contar con una formación académica basada en el pensamiento crítico, formación humana con valores en el sentido social, “eso es invaluable, todo eso se lo debo a la Universidad del Cauca, ese pensamiento crítico en sus profesionales” afirma Ramírez.

Después de recibir su título como Abogado, Carlos ha realizado varias especializaciones en: Derecho Penal y Criminología, Casación Penal, Derecho Disciplinario y Derecho Comercial; también cuenta con una maestría en Ciencias Penales y Criminológicas, realizada en la Universidad Externado de Colombia, al igual que la mayoría de sus especializaciones. Después inició sus estudios de doctorado en la Universidad de Buenos Aires Argentina, donde actualmente se encuentra en la etapa de la consolidación de la tesis para obtener su título.

Ocho días después de haberse graduado, Carlos inició su carrera judicial recorriendo los pueblos y municipios del Departamento del Cauca, siendo Juez Promiscuo Municipal, Juez Penal Municipal y Juez Penal del Circuito. Esta primera experiencia como profesional lo logra, según él expresa, gracias al voto de confianza que le dieron los profesores de su programa de pregrado, quienes a su vez eran magistrados del tribunal de Popayán. Ese fue el primer año de su carrera judicial, el cual lo motivó a explorar académicamente nuevas opciones para estudiar especializaciones, por lo que tuvo que viajar a la capital.

En Bogotá comenzó a encontrar vinculaciones laborales importantes, perfilando de esta manera su vida como profesional. “Inicialmente trabajé en el congreso de la república, siendo asesor de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, teniendo a mi cargo la coordinación del famoso proceso 8.000”, menciona Carlos, quien después de trabajar en la Cámara de Representantes, se vinculó a la Procuraduría General de la Nación como asesor en la procuraduría delegada para las Fuerzas Militares. Luego, gracias al apoyo de dos de sus profesores de la Universidad del Cauca y procuradores delegados en la época, tuvo la oportunidad de ir a trabajar con ellos, también como asesor, en la Procuraduría delegada ante la Corte Suprema de Justicia.

Después de estar en la procuraduría como asesor y procurador judicial, Ramírez decidió explorar el tema de litigio por un tiempo, campo que tuvo que dejar por una nueva oportunidad de trabajar como secretario general en el INAT (Instituto Nacional de Adecuación de Tierras), posteriormente conocido como el INCODER, hoy agencia Nacional de Tierras. En este instituto Carlos ocupó la secretaria general, la dirección nacional y la subdirección nacional, cargos en los que él destaca haber dirigido la negociación de los acuerdos del primer paro campesino realizado en la vía Panamericana entre Popayán y Cali.

A su salida del INAT, regresó nuevamente al tema del litigio vinculado con la Defensoría del Pueblo, “como tenía experiencia en casación, fui defensor público en casación penal por un tiempo” agrega Ramírez. Alterno a estas funciones también trabajó como asesor externo del Congreso, asesorando al presidente de la Cámara de Representantes y a la Comisión Primera. Durante esa época y en el desarrollo de su labor como asesor, en el país se presentó la posibilidad de elegir a los 8 magistrados que iban a componer la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura. En aquel proceso participaba un candidato Caucano, a quien Carlos apoyó durante la Campaña hasta su elección y después como magistrado auxiliar durante los siguientes ocho años.

Después de estos 8 años, cuando el magistrado termina su periodo, Carlos es nombrado magistrado titular por encargo, rol que asume hasta que el procurador del momento decide nombrarlo procurador delegado ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.  “Esto fue un gran honor, porque a quien yo le recibo el cargo fue, precisamente, a quien hace muchos años me dio el voto de confianza para ser juez en el Cauca, el doctor José Maneual Iguaran” Manifiesta Ramírez con gran orgullo.

Desde el 2009, Carlos retoma su carrera en la procuraduría, asumiendo varios cargos, siendo procurador delegado para: la policía judicial, vigilancia judicial, moralidad pública y para la vigilancia administrativa. En el último cargo, en el 2011, la Universidad del Cauca lo nombró “Egresado Destacado” a través de un evento realizado en el Paraninfo de la Institución.

“Estando en la procuraduría, ya que siempre he sido una persona muy inquieta académicamente, participe en concursos, teniendo la fortuna de ganarlos, he concursado para: Notario, Fiscal de Carrera y Procurador Judicial Penal” cuenta Ramírez, quien agrega que a pesar de ganar todos los concursos y de llevar 8 años como procurador delegado, aceptó el cargo de Procurador Judicial de Carrera ante los tribunales de Bogotá, ejerciendo en Penal y Disciplinario hasta el año 2019.

Para ese año, Carlos concursa para ser magistrado de la Sala Disciplinaria Seccional de Bogotá, siendo seleccionado en el primer puesto. Para el año 2020 fue elegido Presidente de la dicha Sala, asumiendo el reto de implementar la virtualidad en la jurisdicción disciplinaria, realizando el manejo de audiencias virtuales.

Para finales del año pasado y por un proceso que venía suspendido desde el 2015, se debía eliminar la Sala Disciplinaria; siendo en octubre de 2020 cuando a través de un fallo la Corte Constitucional obliga a la conformación de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, la cual debe estar integrada por magistrados elegidos por el Congreso de la República. Dentro de todo el proceso de selección para quienes iban a ser miembros esta nueva comisión, el Consejo Superior de la Judicatura debía presentar cuatro ternas, para las cuales se inscribieron más de 700 candidatos. Carlos Arturo participó de esta convocatoria y gracias a su experiencia, fue ternado por el Consejo Superior de la Judicatura para ser candidato ante el Congreso de Republica. “Fue una elección muy dura, porque para ser procurador solo vota el Senado, para ser Magistrado de la Corte Constitucional también vota solo el Senado, pero para ser Magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina votan el Senado y la Cámara de Representantes; fue un trabajo durísimo porque la convocatoria fue en noviembre y debían estar elegidos en diciembre” explica Ramírez sobre cómo fue su proceso de selección como magistrado, en el cual logró  214 votos, siendo la segunda votación más alta de los siete magistrados seleccionados.

Actualmente y desde el 13 de enero, Carlos Arturo Ramírez es magistrado de Comisión Nacional de Disciplina Judicial, una alta corte al igual que la Corte Constitucional, la Corte Suprema y el Consejo de Estado, la cual básicamente está conformada por magistrados que son los “jueces de los jueces”, encargándose de la vigilancia o control disciplinario de los empleados y de los funcionarios de la Rama Judicial a nivel nacional.

Además de todo este recorrido, Carlos ha estado vinculado a diferentes Universidades en Bogotá, Cali y Barranquilla; pero su mayor satisfacción, según expresa, es ser profesor de la Universidad del Cauca en la Especialización de Derecho Administrativo. Además, plantea que su proyecto a futuro es construir una nueva historia para la jurisdicción disciplinaria; y también espera pronto terminar su libro en derecho jurisdiccional disciplinario.

Este Artículo fue publicado en la sexta Edición de la Revista Digital de Egresados Unicauca, te invitamos a leerla en el siguiente enlace: https://bit.ly/RevistaEgresados6

Por: Luis Eduardo Arévalo Inga