La ciudad de Popayán ha sido cuna de muchos talentos, destacados por su gran habilidad tanto en las artes plásticas, la música, el teatro y en muchas otras áreas. Parece ser una ciudad bendecida por las musas de las artes, en donde la Universidad del Cauca, especialmente la Facultad de Artes, tiene el papel de educar, disciplinar y motivar cada nueva generación de estudiantes con el fin de que logren descubrir herramientas, aplicarlas y desarrollar todo su potencial. 

Uno de estos talentos es el maestro Pablo Tobar Manzo, clarinetista egresado del Programa de Música Instrumental en el año 2018 y cuyo paso por la Universidad del Cauca significó para él la grandiosa oportunidad de explorar el universo sonoro, tanto en el panorama nacional como internacional, permitiéndole escuchar y preguntarse sobre las implicaciones de la identidad musical y su relación con el espacio geográfico.

Sus primeros pasos en la música los dio de la mano de la institución Aires de Pubenza donde tuvo un acercamiento a los sonidos e instrumentos típicos de nuestra región, sin embargo, confiesa “aún no lograba esa conexión con la música, como estaba muy jovencito, aún no comprendía todo lo que podía lograr a través de ella”

“En mis inicios el asunto fue un poco traumático, yo nunca tuve un instrumento definido. Desde pequeño quise estudiar violín o piano y aunque intenté varias veces, nunca me aceptaron. Los profesores me decían que mis manos eran muy pequeñas y que yo no iba a servir para esos instrumentos, lo que frenó un poco mi aprendizaje. Hasta que un día una profesora me dijo que había un sólo cupo para un instrumento que se llamaba clarinete. Yo jamás había escuchado hasta ese día sobre ese instrumento, y en un principio, inicié con él por pura frustración de no haber podido estudiar el violín o el piano”

Pero de esta frustración nace un afortunado recorrido, una conexión con la música que al maestro Tobar le ha permitido viajar al exterior, ser alumno y docente asistente en prestigiosas instituciones de Estados Unidos y aprender de grandes maestros que han sido de apoyo fundamental para su crecimiento musical.

“Hoy en día, agradezco mucho el hecho de no haberme iniciado en esos otros instrumentos, no porque no me gusten, sino porque lo que hago ahora se conecta mucho con el ser clarinetista, las músicas que me gustan y son mi pasión están estrechamente relacionadas con el clarinete. Es bueno ver que al final todo lo que te va sucediendo en la vida se ordena encaminado hacia un propósito, ya sea por llámese fuerza divina o poder supremo, lo que inició como una frustración me obligó a transformarme y convertir ese sentimiento en una herramienta para superarme y alcanzar lo que he podido lograr hasta ahora”.

Este maestro payanés ha tenido la fortuna de tocar en grandes escenarios ubicados en ciudades como Chicago, Georgia y Nueva York, oportunidades que según sus palabras se presentaron gracias a la rigurosidad y disciplina que le aportó su paso por la Universidad del Cauca y en especial, la experiencia de intercambio académico en el año 2017 con la Universidad Northeastern Illinois University en Chicago, donde más adelante fruto de esta experiencia, se le abrirían las puertas para continuar sus estudios en la modalidad de maestría con una beca completa.

“Este intercambio fue muy significativo para mí porque una vez llegué a Chicago, se abrió un mundo de posibilidades y sonoridades, que me permitieron conocer otras gamas de sonidos y aprovechar las oportunidades que se presentaron para continuar mi formación académica”

En este viaje por el exterior nuestro egresado caminó con la música por ciudades como Michigan y Carolina del sur e inició su segundo master en la universidad de Georgia Southern University, pero de repente surgió en su sentir un cambió…

“Sentí la necesidad de buscar qué es lo que está sonando en mi región, en el cauca, en mi territorio y explorar mis raíces aprovechando todo el conocimiento ya adquirido. A veces las cuatro paredes de la academia lo limitan a uno a formas específicas de la música, sobre todo la europea. Empecé a acercarme nuevamente a la música tradicional y encontré en la chirimía unos sonidos que me hacían sentir representado y darles mayor importancia a las expresiones sonaras propias, a partir de esa búsqueda y acercamiento comprendí mejor qué es lo que quiero llevar a cabo en mi hacer como clarinetista, cómo sentir y expresar la música, cómo entiendo yo la música y sobre todo qué es aquello que realmente deseo hacer”.

Las flautas tradicionales en material carrizo que Pablo llevó a los Estados Unidos, interpretaron en esas tierras lejanas las tonadas típicas de nuestras chirimías con el sello propio del proyecto La Errática, un proyecto musical que fusiona chirimía y sonidos electrónicos, lo que el maestro ha denominado como “Electrochirimía Psicocaucana” formato que además tuvo la oportunidad de ser presentado en el Wolrd Music Festival organizado por la Universidad del Norte de Illinois y también en la conferencia internacional SEAMUS (The Society for Electro-Acoustic Music), que es el más prestigioso festival de música electroacustica de Estados unidos.

“Es curioso que al final yo terminé recorriendo muchas partes de Estados Unidos no tocando clarinete sino tocando flautas de carrizo y flautas tradicionales. Es paradójico que hice mi maestría en algo en específico y al final me terminan llamando para interpretar algo totalmente distinto, pero es precisamente ese hecho lo que me motiva a que si estas músicas nuestras se perciben como valiosas fuera del territorio donde nacieron, deben ser apreciadas y valiosas también dentro de su mismo territorio”.

En este camino de retorno hacia sus raíces, después de haber explorado un poco el exterior, surgió en Pablo la necesidad de responder desde la música a las preguntas“¿Quién soy? ¿de dónde vengo? ¿Para qué hago lo que hago?” Preguntas que nacieron, atribuye él, a la formación con sentido social y sentido de pertenencia que recibió en la Universidad del Cauca. “La labor que uno tiene como sujeto político y sujeto social que habita una región con las características del Cauca, requiere de un gran compromiso y es un proceso fundamental para la transformación y es ahí donde el arte juega un papel fundamental”

Actualmente el maestro Pablo Tobar se encuentra en la ciudad de Popayán desarrollando nuevos proyectos, es director de la Big Band Popayán que interpreta jazz universal y colombiano y creador del Laboratorio Experimental Sonoro, que desarrolla proyectos relacionados con programación en música y codificación para sonidos. En este mes de septiembre tendremos la oportunidad de participar de sus presentaciones en vivo con el grupo musical Los Lindos Payaneses y sesiones de La Errática.

“Estoy muy agradecido con la Universidad del Cauca pues hizo posible mucho de lo que he podido alcanzar en mi proceso académico, desarrollo musical y humano. Creo que lo que implica ser egresado unicaucano es tener un compromiso real con la transformación y comprensión de nuestro contexto. La música como reflejo de esa realidad cumple un papel muy importante. Esa consciencia y sentido de pertenencia por mi región, en gran parte la adquirí gracias a mis padres que son de defensores de derechos humanos y a la unicauca”

Como en el paradigma del eterno retorno, este egresado unicaucano vuelve después de su larga travesía al punto donde partió, pero como una persona totalmente distinta, que, con lo aprendido, desde la música, busca aportar, visibilizar y transformar la realidad y sonoridad de nuestra región.

Por: Jarol Emilio Silva Ule