Sistema de Registro de Ponencias de la Universidad del Cauca, Encuentro enFormación 2017

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De oruga a mariposa… El viaje sin fin del maestro en el siglo XXI
María Eugenia Muñoz Ortega, Magnolia Aristizábal, Carlos Arbey Tosse Collazos

Última modificación: 2017-12-07

Resumen


"La pedagogía es la fascinación por el crecimiento del otro" Max van Manen, 1998.

La ponencia enfrenta con detenimiento tres grandes asuntos: en primer lugar, un análisis del contexto local, nacional y global en el cual se desenvuelven las múltiples tareas y funciones del maestro contemporáneo. Ese contexto en el que palabras como velocidad de la información, fugacidad de la misma, superficialidad y banalidad, mundo del espectáculo, políticas educativas de corte eficientista, se sitúan en la crisis profunda de acogida de las instituciones como la familia, la ciudad, la escuela, entre otras. Allí, el caldo de cultivo para la otra crisis: la de la brecha intergeneracional, que hace que el maestro contemporáneo en muchas ocasiones se encuentre perplejo, exhausto, interrogado, y tenga por tanto que actualizar permanentemente las asimetrías (Narodowsky, 2014). Entre las rutinas y los rituales cotidianos, el horizonte de la formación se esfuma y se encuentra un ser, el del maestro, perdido o agobiado en la matriz de racionalidad de la eficacia y la eficiencia, la cual le impone una ‘formatitis’ que desdibuja ostensiblemente su tarea fundamental.

En segundo lugar, el texto se ocupa de analizar la aguda tensión entre lo que le impone al maestro contemporáneo ese contexto descrito, y lo que le mueve en el deseo. Necesariamente se requiere para ello trasegar por el concepto de sentido y sentidos, y más específicamente por el de sentido y sentidos de la formación. Sentido en términos de horizonte infinito de posibilidades que le otorga a la labor del maestro la inefabilidad. El saber que el encuentro con el ser humano, con otro que es como él y a la vez diferente, es desafiante y compromete toda nuestra humanidad, y que tal compromiso se podría resolver a través de la comprensión de que la formación va desde ‘la cuna hasta la tumba’, pero que, en el número de horas, días y años que se invierten en la construcción de una relación pedagógica, se pueden tejer los hilos de una huella imborrable para ese ser del estudiante. En términos del sentido es mirar la ‘eficacia simbólica’ y el significado para el ser en formación (Rodríguez, 2014).

Es aguda la mirada a la crisis de esta tensión, porque lo que se nos muestra en el día a día de la labor docente es: Ausencia de comprensión de la naturaleza de la pedagogía; Desconocimiento del sí mismo del maestro; precariedad de los recursos de la formación en términos de la construcción de un intelectual orgánico, que es capaz de ser un sujeto ‘polivalente’ que, al tiempo de cultivar una experticia está abierto a las contingencias del mundo contemporáneo; Prisionero de sus propias autolimitaciones; Con un escaso cultivo de las artes y las distintas expresiones artísticas del ser humano, entre otras, lo cual deriva necesariamente en un esfuerzo por analizar críticamente lo que se vive en el espacio de las Escuelas Normales y las Facultades de Educación para ubicar los elementos considerados hoy como esenciales en la formación de maestros y maestras.

En tercer lugar, se bucea en las alternativas posibles, buscando desde una mirada optimista las vetas refundidas para procurar darlas a la luz. ¿Qué se encuentra en ciernes en las generaciones de estudiantes que actualmente se están formando para ser maestros y maestras, a fin de hallar las claves sabias que potencien un ser adolescente pleno de energía, que necesita mirar testimonios de vida que contribuyan a despejar el horizonte, a veces incierto, por la infravaloración del maestro en la contemporaneidad? Una tarea de optimismo porque no todo está perdido. Cómo ser mentores para otros con la vivencia de la autenticidad, podría ser uno de los tantos caminos, sin renunciar al señalamiento de las fragilidades y las laxitudes que agobian la vida cotidiana hoy. Hay esperanza y se necesita construirla.

Las conclusiones abiertas, como puertas y ventanas que marcan unas determinadas salidas, visualizan distintos puntos de fuga intencionales que buscan desatar el nudo más arraigado del sentido de ser maestro que permanece en la direccionalidad, ese maestro tradicional: el maestro es el ser adulto que direcciona al niño en determinada ruta y lo hace de forma declarativa, sancionadora, juzgadora. ¡Salir de ese lugar es urgente! Allí queda señalado el desafío.

Bibliografía

Acaso, M. y Ellsworth, E. (2011). El aprendizaje de lo inesperado. Madrid, Catarata.

Acaso, M. (2013). rEDUvolution, hacer la revolución en la educación, Barcelona, Paidós.

Duch, Ll. (1997). Educación y crisis de la modernidad. Barcelona. Paidós.

Ellsworth, E. (2005). Posiciones en la enseñanza. Diferencia, pedagogía y el poder de la direccionalidad, Madrid, Akal.

Narodowsky, M. (2014). Infancia, pasado y nostalgia: cambios en la transmisión intergeneracional. Rev. bras. hist. educ., Maringá-PR, v. 14, n. 2 (35), p. 191-214, maio/ago.

Meirieu, P. (2003). Frankestein educador, Barcelona, Laertes.

Rodríguez, A. (Comp.) (2014). Entre luces y sombras. Convivencia escolar y malestar docente. Popayán, Universidad del Cauca.

Van Manem, M. (1998). El tacto en la enseñanza. El significado de la sensibilidad pedagógica, Barcelona, Paidós.

 


Palabras clave


Formación de Maestros, Sentidos de la Formación