La jornada se llenó de un entusiasmo mayor, gracias a la presencia del rector Deibar René Hurtado Herrera y Andrés Felipe Rivera, jefe de la Oficina de Planeación y Desarrollo Institucional, quienes, junto al equipo Operativo de Gestión Ambiental y la comunidad universitaria, unieron esfuerzos para fortalecer los corredores verdes del campus. “Con este tipo de iniciativas se recuperan suelos, se abren corredores para la fauna y se educa a las nuevas generaciones para que cuiden y protejan el campus; cerrar el año con una siembra masiva es un mensaje claro: la sostenibilidad es una tarea colectiva y permanente”, afirmó Rivera. 

Si bien el día estuvo lleno de risas y conversaciones interesantes en torno a la importancia del cuidado ambiental, donde además se compartieron historias sobre el legado que se deja a las futuras generaciones, esta jornada se convirtió en un espacio de unión, donde cada participante sintió que su contribución, por pequeña que fuera, sumaba a un esfuerzo mayor. Por ello, más allá de la simbología, con esta jornada esperamos lograr impactos positivos concretos: mejorar la calidad del aire, ofrecer sombra y confort térmico, proporcionar refugio para la fauna local y regular el ciclo hídrico. Cada árbol queda registrado en una base de datos institucional que permitirá un seguimiento científico riguroso, asegurando que estos nuevos habitantes de los espacios Unicaucanos crezcan fuertes y saludables.